Esta delicia comienza con una masa suave y esponjosa, infusionada con naranja y vainilla natural, que le aporta un aroma sutilmente dulce y envolvente. Al enrollarla, añadimos una generosa capa de crema de almendra, que le da ese toque cremoso y delicado que tanto nos caracteriza.
El toque final llega con un baño de frutos secos de temporada, que no solo decoran este brioche, sino que también le añaden un contraste crujiente y un sabor profundo, perfecto para estas fechas.
Es un homenaje al arte de la pastelería y a los productos naturales, pensado para compartir en familia o regalar a alguien especial. Una auténtica celebración de la tradición, hecha con nuestra mantequilla 100% y toda la dedicación que ponemos en cada uno de nuestros productos.